El pasado sábado  17 de agosto la vía que conecta a Santa Marta con Ciénaga fue el lugar de otra tragedia.

Un conductor de un bus de la empresa Flamingo perdió el control y terminó colisionando contra un árbol, quedando atrapado en una cuneta.

Un muerto y 15 heridos. Ese fue el saldo de este accidente en una vía, la de Barranquilla - Santa Marta, que se ha convertido en un dolor de cabeza y pesadilla para las autoridades y, sobre todo, para los conductores, tanto de vehículos particulares, de carga y de transporte público. 

Según información de Ruta del Sol, la concesionaria de la importante vía, a corte de julio se han presentado 161 accidentes de tránsito, siendo enero (28) y abril (26) los dos meses con mayor número de accidentes.

El resto se divide de la siguiente forma: junio (23), julio (22), mayo (22), marzo (21) y febrero (19).

Además, las estadísticas recalcan que el punto más peligroso lo comprende el tramo entre el kilómetro 61 y 90, donde se han presentado un total de 75 siniestros en lo que va del año.

Sin embargo, pese a la cantidad de accidentes que se han presentado en este 2024, la cantidad de fallecidos es de cuatro, un número menor en comparación a lo sucedido desde el 2020.

Ese año 13 personas perdieron la vida en esta vía. En 2021 fueron 16 las víctimas mortales. En 2022 aumentó a 21 y en 2023 el número bajó a ocho. 

Un aspecto que Ruta del Sol sí destaca, con preocupación, es que la mayoría de los accidentes se presentan con motos. Por ejemplo, este año, de los 166 accidentes en la vía Barranquilla - Santa Marta, 115 fueron en este tipo de vehículos, es decir, el 69%.

Esto significa un incremento con respecto a los años anteriores: 2020 (54%), 2021 (56%), 2022 (61%) y 2023 (60).

¿Por qué hay tantos accidentes?

La vía entre Barranquilla y Santa Marta se ha quedado pequeña por el volumen de vehículos que transitan por ella, sobre todo porque es una carretera que también conduce al interior del país. Ser de dos carriles la hace muy angosta para las necesidades en pleno 2024.

Además, no se puede ocultar que muchos conductores pecan de irresponsables y van a altas velocidades, o intentan realizar maniobras prohibidas en algunos sectores cuando la demarcación de la vía lo prohibe. 

¿Cómo se proyecta el 2024?

Hay que tener en cuenta que las estadísticas año a año han sido irregulares. En 2019 el total de accidentes fue de 322, para 2020 bajó a 282. Un año después subió a 325. Después nuevamente se redujo en 2022 con 298 y siguió a la baja el año pasado (267). Sumando los números de 2019 hasta julio de 2024, el total de accidentes son 1655.

Si se hace una proyección con los números presentados hasta ahora, la cantidad de siniestros llegaría a una cifra parecida a la del año pasado (276 aproximadamente).

Preparación de la Ruta del Sol para atender accidentes

Jorge Martínez, jefe de servicios generales de Ruta del Sol, le informó a Zona Cero que su concesión comprende de la carretera Santa Marta - Barranquilla y de Mamatoco hasta Minca.

En este momento se cuenta con cinco grúas, cuatro grúas de planchón y una grúa grande de 30 toneladas de izado y 60 toneladas de arrastre.

Adicionalmente hay cuatro ambulancias distribuidas en "puntos estratégicos" en todo el trayecto. Hay un carro de rescate y un carro-taller para prestar primeros auxilios mecánicos a los usuarios.

"El procedimiento es que cada vez que recibimos una notificación sobre un accidente, ya sea por la presencia de un inspector que está recorriendo continuamente la vía, por una llamada vía celular o por aviso de un usuario en los peajes, se ordena el desplazamiento de los diferentes vehículos. Siempre que informan de un posible accidente en un kilómetro, se despachan la grúa y la ambulancia. Algunas veces son falsas alarmas, pero la mayoría son informaciones verdaderas de los usuarios sobre un siniestro que sucede en la vía", explicó Martínez.

Ruta del Sol recibe aproximadamente 200 llamadas diarias para solicitar o entregar toda clase de información.

Doble calzada, una necesidad

Una de las necesidades más grandes para mejorar las condiciones de esta vía es la doble calzada Ciénaga - Barranquilla, sobre todo para contrarrestar lo que está pasando en este momento entre los kilómetros 19 y 28, que están amenazados por una fuerte erosión.

Sin embargo, la construcción de los viaductos en este tramo están sujetos a la licencia ambiental que otorgue la ANLA, que pidió un estudio del impacto ambiental de las obras que cubra el 100% de la Ciénaga Grande.

Esta exigencia de la ANLA podría retrasar por cerca de 10 meses las obras.

También es importante recordar que el Instituto Nacional de Vías está avanzando en la construcción de la variante de Ciénaga, una obra que estaría a disposición el otro año.

El tramo entre los kilómetros 19 y 28 son los que están a cargo del Gobierno Nacional, al igual que la variante de Ciénaga, pero el resto del corredor está bajo la tutela de la Gobernación del Magdalena, que adelantó una APP por aproximadamente 2,5 billones de pesos para la gestión del mismo, mientras se consiguen los permisos necesarios para la ampliación.